Por fin te has decidido a aprender piano y estás a punto de embarcarte en un viaje increíblemente enriquecedor. Además, no viajarás por tu cuenta, sino que te acompañará un instrumento del que aprenderás todo. Este compañero de andaduras con teclas será una presencia reconfortante en casa y se convertirá en una fuente diaria de satisfacción. Por eso, es muy importante escoger el instrumento adecuado.
Ya en la primera búsqueda te encontrarás con infinidad de opciones y de terminología extraña que puede resultar un poco agobiante; pero no te preocupes: estamos aquí para ayudarte. En este capítulo descubrirás todo lo que hay que saber para elegir el instrumento más adecuado para ti. Si crees que no necesitas toda la información que aquí te exponemos, puedes saltar directamente al final del capítulo donde encontrarás una guía rápida de compra. Si ya tienes un instrumento y este es de tu agrado, puedes pasar al Capítulo 2 - Métodos de aprendizaje de piano.
Empecemos por clasificar las opciones que existen en tres categorías:
- Teclados digitales - Esta es la opción más barata, práctica y versátil. Su sonido no será tan bueno como el de los pianos acústicos pero cumplen su función como primer instrumento.
- Pianos digitales - Estos son algo más grandes y caros, pero siguen siendo igual de versátiles y, además, reproducen bien el sonido y la sensación de tocar un piano acústico. Una gran alternativa si vas bien de presupuesto o espacio en casa.
- Pianos acústicos - Esta es la mejor opción si buscas la mejor experiencia y sonido posibles, pero su tamaño es el más voluminoso con diferencia y pueden resultar extremadamente caros.
Los teclados digitales no necesitan mantenimiento y casi siempre disponen de una serie de sonidos de otros instrumentos: varias clases de pianos, órganos o aquellos sin teclas, como el violín o el violonchelo. La calidad del sonido de los teclados más baratos y antiguos no es muy buena, pero los modelos más modernos cuentan con un sonido bastante aceptable.
Una desventaja de los teclados digitales es que la experiencia de tocar puede variar de excelente a no tan buena en función de dos factores clave: el número de teclas y el tipo de mecanismo de las mismas.
Número de teclas
Un teclado con el tamaño de un piano corriente tiene 88 teclas, que abarcan siete octavas y tres notas adicionales. Si buscas la experiencia que más se ajuste a la de un piano acústico, opta por esto. Si no dispones de mucho espacio, puedes optar por un teclado de 76 teclas, que abarca seis octavas más tres notas extra. Esto te servirá para empezar, pero verás que te quedas sin teclas por el lado izquierdo en algunas piezas clásicas como el Para Elisa de Beethoven, o por el lado derecho en gran parte de las obras Chopin (le encantaban las notas agudas), así como de muchos otros compositores del siglo XX como Debussy, Ravel, Prokofiev y Bartok.
Si te decides por un teclado con menos de 76 teclas, te toparás con frecuencia con los extremos derecho e izquierdo. Evidentemente, si simplemente no dispones del suficiente espacio y tienes que elegir entre 61 teclas o nada, pues 61 teclas o nada, pues te tocará optar por las 61 teclas. Cinco octavas te limitarán, pero eso es todo lo que tenían en el 1700 cuando Mozart componía música. Y si Mozart se las apañaba con eso...
Mecanismo de las teclas
Aquí nos referimos al sistema mediante el cual el piano produce el sonido. Los teclados y pianos digitales no tienen las mismas partes físicas que un piano acústico, por lo que utilizan diversas técnicas para recrear el tacto y la sensibilidad de las teclas de un piano real. Los mejores instrumentos consiguen esto incluyendo o replicando sus partes móviles (véase la guía sobre mecanismo de las teclas a continuación). Cuanto mejor simulen la respuesta de las teclas de un piano de verdad, más caros y pesados serán los teclados; aun siendo más pequeños, baratos y ligeros que los pianos digitales y acústicos.
Accesorios para el teclado
Pedal de resonancia: Los pedales del piano son una especie de palancas manejadas con los pies para lograr un determinado efecto en el sonido. Vienen incorporados en cualquier piano acústico moderno pero, si te decides por un teclado electrónico, necesitarás comprar aparte un pedal de resonancia.
El precio de los pedales de resonancia varía en función de su grado de robustez. La mejor opción siempre será adquirir un pedal pesado hecho de metal y con contrapesos que recree lo más fielmente posible el tacto del de un piano acústico. Si, en cambio, dispones de un presupuesto limitado, existen pequeños pedales cuadrados de plástico que también cumplen su función. Ten en cuenta que estos pedales más ligeros pueden patinar un poco y funcionan con un simple mecanismo de encendido y apagado, por lo que no captarán la sensibilidad con que los tocas.
Soporte para teclado: A diferencia de un piano acústico o digital, los teclados no suelen venir con un soporte para que esté a la altura del que lo toca. No te conformes con ponerlo sobre una mesa; hazle un favor a tu espalda y utiliza un soporte de teclado para asegurarte de que esté a la altura correcta. Los soportes más robustos y estables evitarán que el teclado se balancee hacia delante y hacia atrás las veces que lo toques con mayor entusiasmo. Para saber más sobre cómo ajustar la altura del teclado, consulta el Capítulo 3 - Técnica de piano correcta.
Esto es todo lo que necesitas saber por ahora. Aún así, si deseas conocer más detalladamente la función de los pedales y cómo se usan, ve al Capítulo 9 - Pedales del piano.
Pianos digitales
Los pianos digitales ofrecen la comodidad y la versatilidad de un teclado y recrean muy bien la experiencia de tocar un piano acústico, sobre todo porque su tecnología es mejor. El mecanismo de sus teclas suele ser de martillo (consulta la guía de más arriba sobre el mecanismo de las teclas) y están hechas de madera o de un material similar. Esto proporciona la sensación de estar tocando un instrumento robusto, mientras que los pianos digitales no requieren ser afinados, además de no necesitar el mismo mantenimiento que un piano acústico.
Al igual que un teclado digital, su sonido es sintético o a partir de grabaciones y, al igual que un teclado digital, ofrece una variada gama de sonidos tanto de piano como de otros instrumentos. A diferencia de muchos teclados digitales, cuentan con todas las 88 teclas de un piano moderno, por lo que no limitará tu experiencia al tocar (ver «Número de teclas» más arriba).
Sin embargo, cuentan con una desventaja, y es que no son fáciles de transportar, si bien es verdad que existen pianos digitales de diferentes tamaños y que son más pequeños que sus homólogos acústicos. Por lo tanto, si optas por uno de ellos, es posible que tengas que probar cuál es el mejor sitio para colocarlo en casa. En general, los pianos digitales son más caros que los teclados, pero mucho más baratos que los pianos acústicos equivalentes.
Pianos acústicos
El sonido del piano es parte indispensable de la música occidental desde hace siglos. La experiencia de sentir cómo las notas resuenan a través de tus dedos y su sonido llena la habitación mientras tocas es algo incomparable. Este sonido “acústico” se produce a partir de elementos puramente físicos, sin altavoces ni procesos electrónicos de por medio.
El inconveniente de los pianos acústicos es que son la opción más cara con diferencia, y el gasto no se limita solo a su compra. Transportar un piano es costoso y, además, necesitan de un mantenimiento periódico para nada asequible. Sus piezas son sensibles a los pequeños cambios de humedad o temperatura, por lo que los pianos acústicos necesitan ser afinados periódicamente. Esto significa que también hay que considerar cuál es el mejor sitio para colocar un piano acústico. No deben colocarse en una habitación húmeda o demasiado cerca de un radiador, ya que sus partes pueden resecarse y deformarse con facilidad.
Los pianos de alta calidad conservan bien su valor, por lo que pueden considerarse una inversión de futuro. La otra cara de la moneda es que hay que tener cuidado con los instrumentos baratos de segunda mano, ya que una "ganga" suele presentar daños que suelen ser caros de reparar. Siempre hay que pedir opinión a alguien experto en la materia antes de comprar cualquier instrumento, pero esto es especialmente importante en el caso de los pianos de segunda mano. Además, si te has decidido por un piano acústico pero no tienes la total certeza de querer aprender a largo plazo, existe la posibilidad de alquilar un piano o una sala de ensayo que lo incluya.
Hay dos tipos de pianos acústicos: los de cola y los verticales.
Otros accesorios
Banco o taburete
Ignora a aquellos teclistas de tus bandas favoritas que suelen tocar de pie en los conciertos. Para todo pianista que se tercie lo mejor es tocar sentado, y ajustar el banco o el taburete a una altura correcta es esencial. Los taburetes más grandes y pesados suelen ofrecer mayor comodidad durante más tiempo, pero son por lo general más caros. Asegúrate de comprar uno cuya altura sea regulable para así poder conseguir una postura correcta cuando te sientes al piano. Si quieres saber más sobre esto, consulta el Capítulo 3 - Técnica de piano correcta.
Metrónomo (opcional)
Un metrónomo proporciona un sonido audible (normalmente un clic o un pitido) que te ayuda a mantenerte en el tempo (velocidad) establecido por ti. No es una herramienta indispensable, pero puede ser útil al principio si detectas que aminoras o aceleras el ritmo sin querer mientras tocas. Debes procurar no acostumbrarte a escuchar siempre la claqueta, ya que a la larga te creará dependencia y serás incapaz de mantener el tempo sin ella. La mayoría de los teclados y pianos digitales tienen un metrónomo incorporado, pero si optas por un piano acústico y necesitas uno, existen muchas aplicaciones disponibles que puedes usar en tu teléfono móvil; la mayoría de ellas gratuitas.
Guía rápida de compra
Existen muchos factores a tener en cuenta y la variedad de opciones que ofrece el mercado puede resultar confusa, especialmente si aún no te has familiarizado con toda la terminología. Esto no debe preocuparte. Verás que todo empieza a cobrar sentido conforme avances en tu aprendizaje. A estas alturas, lo único que debes hacerte son las preguntas que aquí te mostramos para poder tomar la decisión más acertada:
- ¿Cuáles son mis expectativas en cuanto a sonido, tacto y rango dinámico?
- ¿Cuál es mi presupuesto?
- ¿Me interesa poder tocar otros sonidos (órgano, pianos eléctricos, cuerdas, etc)?
- ¿De cuánto espacio dispongo?
- ¿Quiero poder llevarme mi instrumento a otros lugares o simplemente quiero tocar en casa?
- ¿Me puedo permitir gastar entre unos 100 y 300 dólares (o entre 90 y 250 euros) al año en concepto de mantenimiento del instrumento?
- ¿A qué horas del día tengo pensado tocar? ¿Molestaré a mis vecinos?